y nunca se atrevió a preguntar
Traducido del inglés por Mayte (Ateneo Libertario de Zaragoza)
Original Credits: First printed and published by: The Anarchist Media Group, Cardiff (UK)
Later published in l988 jointly by: Black Sheep Publications, Dark Star, and Rebel Press
Typeset and printed by: Aldgate Press, 84h Whitechapel High Street, London El
Distribute Freely: It's not copyrighted... (As if that'd make a difference!)
Introducción
El anarquismo es probablemente la corriente
política sobre la que se han dicho mayor cantidad de estupideces. En
realidad, no tiene nada que ver con creer en el caos, la muerte y la
destrucción. Los anarquistas no van por ahí cargados de bombas ni les
parece ninguna virtud ir avasallando viejecitas.
No es accidental que la siniestra imagen del anarquista loco haya
cobrado tanta aceptación. El Estado, la prensa y todo tipo de
instituciones autoritarias utilizan todos los medios a su disposición
para presentar la anarquía como un estado impensable de caos y
asesinato. Poco podemos esperar de los "traficantes" de poder que, por
otra parte, poco poder tendrían en sus manos si nos saliéramos con la
nuestra. Necesitan creer en lo esencial de su autoridad y su obediencia
para autojustificar sus crímenes. La TV, la prensa y la industria
cinematográfica predican la obediencia, y si la anarquía es mencionada,
aparece como destrucción descerebrada.
La mencionada necesidad de autoridad está tan arraigada en la mente del
ciudadano medio, que la anarquía, que simplemente significa "falta de
gobierno", resulta impensable para la mayoría de la gente. La misma
gente, por otra parte, admite que los reglamentos, regulaciones,
impuestos, intromisiones y abusos de poder (por nombrar algunos) son
como mínimo irritantes. Por lo general se piensa que no hay más remedio
que aguantar en silencio porque la alternativa de "falta de poder, de
autoridad y todo el mundo haciendo su propia voluntad" sería horrible.
Sería la anarquía.
Sin embargo existe una variedad ilimitada de sociedades posibles sin
Estado, y no todas ellas serían desagradables. ¡Todo lo contrario!
Cualquier tipo de sociedad anarquista nos ahorraría las terribles
distorsiones que produce el estado. La "parte negativa" del anarquismo,
es decir, la abolición del Estado, se verá equilibrada por lo que la
sustituya? una sociedad libre y de libre cooperación.
Hay varios tipos de anarquismo, y sus ideas difieren respecto a la
organización de una nueva sociedad. Todos tienen en común que el estado
deber ser sustituido por una sociedad sin clases y sin violencia
(fuerza restrictiva, represión). Es precisamente debido a nuestra
creencia en la libertad que nos negamos a establecer pautas muy
cerradas. Sólo ofrecemos modelos posibles que se apoyan en la evidencia
del día a día. De hecho la sociedad anarquista ya ha existido
históricamente e hizo falta nada menos que un asesinato en masa para
detenerla.
Otro error típico de aquéllos que saben algo más sobre el tema, es
pensar que el anarquismo es una bella utopía, una idea hermosa pero
impracticable. De hecho, el movimiento anarquista tiene un largo
recorrido histórico y no surgió de teóricos encerrados en sus torres de
marfil sino directamente de la lucha por la supervivencia de masas de
gente corriente y oprimida. La anarquía siempre ha sido intensamente
práctica en sus pretensiones y en su forma de hacer las cosas. El
movimiento ha estado muy cerca de abrazar el éxito en varias ocasiones.
Si realmente es tan de todo punto inviable, ¿por qué se empeña el
Estado en exterminar la anarquía?
Anarquismo elemental
Muy poca gente parece entender el anarquismo pese a que es una idea muy
sencilla y clara. Básicamente quiere decir "dirigir nuestras vidas en
lugar de que nos manipulen".
No hay nada especialmente complicado en el anarquismo, excepto las
terribles discusiones que conlleva, como por ejemplo, "imagínate el
caos que habría si todo el mundo hiciera lo que quisiera". Sin embargo,
ahora mismo vivimos en el caos. Millones de personas están en el paro,
mientras otras están sobrecargadas de trabajo, de un trabajo por demás
repetitivo y rutinario. Hay gente que se muere de hambre a la vez que
se está arrojando comida al mar para mantener los precios. El aire se
encuentra contaminado a causa del humo que desprenden coches muchas
veces ocupados por una sola persona.
La lista de locuras y situaciones caóticas en la sociedad actual es interminable.
Incluso los "beneficios" del Estado son en realidad perjudiciales. La
Seguridad Social, por ejemplo, se dedica a poner parches como un taller
de reparación industrial, y en el fondo es algo parecido. Estos
servicios nos hacen dependientes del Estado y lo peor de todo, nos
compran por muy poco. Frenan nuestra propia iniciativa de crear una
Seguridad Social autogestionada y enfocada hacia nuestras necesidades,
no hacia las suyas.
La autoridad, por su propia naturaleza, sólo puede interferir e imponer
cosas. Seguro que la gente corriente puede imaginarse alguna forma de
organización que impida al Estado la destrucción de sus hogares para
construir bloques vacíos de oficinas. Es un principio básico del
anarquismo que sólo aquellas personas que viven en una determinada zona
tienen derecho a decidir sobre su organización, y sobre los asuntos que
conciernen a esa zona.
Todo el casos, a nuestro parecer, deriva de la autoridad y del Estado.
Sin clases dirigentes y su necesidad de mantenernos esclavizados no
habría Estado. Sin Estado nos encontraríamos en situación de
organizarnos libremente según nuestros propios fines. No creemos que
pudiéramos dar pie a una sociedad tan caótica como ésta en la que nos
ha tocado vivir. La libre organización resultaría en una sociedad mucho
más tranquila y equilibrada que la actual, cuyo mayor interés es el del
robo sistemático y el exterminio de la mayoría de sus miembros.
Típicos argumentos contra el anarquismo
A menudo nos preguntan cómo una sociedad anarquista trataría a los asesinos. ¿Quién los pararía sin policía?
La mayor parte de los asesinatos son crímenes pasionales y por tanto ni
la policía ni nadie los puede prevenir. Esperamos, sin embargo, que en
una sociedad más cuerda y menos frustrante no habrá tanta criminalidad.
Nuestros gobernantes dicen protegernos a los unos de los otros. En
realidad sólo quieren protegerse a sí mismos y a su propiedad.
Si nosotros, como miembros de una comunidad local, fuéramos dueños de
todos los recursos y los colectivizáramos, sería absurdo robar. Un
importante motivo delictivo desaparecería.
Estas comunidades necesitarían organizar algún medio con que tratar a
aquellos individuos que perjudicaran a los demás. En lugar de varios
miles de policías profesionales, todos nos protegeríamos mutuamente.
Las cárceles son un fracaso a la hora de mejorar o reformar a los
presos. Los vecinos de una comunidad, conociendo mejor las
circunstancias personales de cada cual, aportarían soluciones mejores y
más adecuadas tanto para la víctima como para el acusado. Por otra
parte, el actual sistema penal es el responsable de la creación de un
comportamiento delictivo. Los presos que cumplen una condena larga a
menudo se convierten en seres incapaces de sobrevivir fuera de una
institución que tome todas las decisiones por ellos. ¿Cómo puede
llegarse a la conclusión de que encerrar a unas personas con otras de
carácter antisocial (los peores don los carceleros) va a desarrollar en
el individuo un modelo de comportamiento responsable y razonable?
Naturalmente, lo que ocurre es todo lo contrario? la mayoría de los
presos reinciden.
Otra de las preguntas con las que se ha tenido enfrentar el anarquismo
durante años es? "Pero quién haría todo el trabajo sucio? Imaginamos
que toda comunidad diseñaría un sistema rotativo. ¿Qué tiene de
imposible?
Otra pregunta: ¿y qué pasaría con aquél que se negara a trabajar? Se
puede aplicar presión social, por ejemplo, condenar al individuo en
cuestión al ostracismo. En casos drásticos la comunidad podría verse
obligada a expulsar a alguien.
Sin embargo, la gente necesita trabajar. La gente tiene una verdadera
necesidad creativa. Fijaos en la cantidad de gente que pasa horas
arreglando su coche, o su moto, o cuidando su jardín, haciendo prendas
de vestir, creando música. Todas están actividades creativas pueden ser
muy entretenidas. A menudos se las considera aficiones más que trabajo,
pero es que se nos ha enseñado a considerar el trabajo un tormento que
no hay más remedio que aguantar.
En esta sociedad el trabajo es efectivamente un tormento, y
naturalmente lo odiamos. Eso no quiere decir que seamos vagos por
naturaleza sino que no nos gusta que nos traten como si fuéramos
máquinas, obligados a hacer un trabajo en su mayor parte desprovisto de
significado, para beneficio de otro. El trabajo no tiene porqué ser
así, y si estuviera controlado por la gente que lo desempeña, desde
luego no lo sería.
Por supuesto hay trabajos que es necesario hacer, y hay pocas formas de
hacer que la recolección de basura sea una ocupación divertida. Todo el
mundo debería ocuparse de ello cuando te tocara el turno y sería labor
de todos controlar que nadie se escaqueara.
Otro punto importante es señalar que el desempleo es sólo un problema
creado por el capitalismo. En un mundo más razonable no habría paro.
Todo el mundo tendría menos horas de trabajo porque sólo se producirían
los artículos necesarios. Si nos deshiciéramos de la parásita clase
dirigente, nos liberaríamos de gran parte de la presión económica que
nos obliga a trabajar.
Si todavía no estás convencido de que una sociedad anarquista podría
resolver el problema de la gente que se escaquea de sus
responsabilidades, imagínate a ti mismo obligado a enfrentarte a una
asamblea de tu comunidad, donde se discutiera que tú representas un
problema. ¿Qué te parece?
Otra objeción típica es? "Bueno, eso a lo mejor funcionaba a pequeña
escala, en un pueblo campesino, pero ¿cómo puedes dirigir una sociedad
altamente industrializada sin necesidad de dirigentes?" En primer lugar
creemos que la sociedad necesita ser dividida en núcleos menores
siempre que sea posible, para que puedan ser dirigidos por grupos
pequeños de gente corriente. Es un rasgo notable en cuanto a teoría de
la organización, así como un principio básico del anarquismo, que los
grupos pequeños trabajan juntos de forma eficaz y son capaces de
coordinarse con otros grupos parecidos, mientras que los grupos
informes y a gran escala son fácilmente manipulables. Dentro de este
mismo punto es interesante señalar que recientemente, las famosas
"economías de escala" que justifican por ejemplo las fundiciones que
cubren kilómetros cuadrados, están siendo altamente cuestionadas. Llega
un cierto punto en que las fábricas, granjas, los sistemas
administrativos y demás, pierden eficacia a medida que se hacen más
grandes.
Se debe producir y consumir a escala local mientras sea posible. Sin
embargo, algunos servicios tendrían que tratarse a nivel regional o
incluso a mayor escala. Esto no es un problema irresoluble, de hecho la
clase trabajadora del Estado Español encontró soluciones en los años
30. La Compañía de Autobuses de Barcelona dobló sus servicios, hizo
generosas contribuciones al colectivo de "Entretenimiento" Ciudadano
(actividades lúdicas) y produjo armas para el frente en los talleres de
autobuses. Todo esto se consiguió con un número de trabajadores
bastante reducido, ya que muchos se habían ido al frente para combatir
el fascismo. Este increíble aumento de la eficacia, a pesar de la
guerra y de la escasez de materiales, no es tan sorprendente después de
todo, porque ¿quién puede dirigir una compañía de autobuses de la forma
más idónea? Obviamente sus trabajadores.
Todos los trabajadores de Barcelona estaban organizados por sindicatos
-grupos de trabajadores del mismo gremio, subdivididos en grupos de
trabajo. Cada grupo tomaba sus propias decisiones en lo referente al
trabajo día a día y nombraba a un delegado que representaba sus puntos
de vista en temas más generales concernientes a toda la fábrica o
incluso a toda la región.
Los delegados eran portavoces de las decisiones tomadas en asamblea por
todos los compañeros y el cargo de delegado se rotaba con frecuencia.
Los delegados podían ser revocados inmediatamente en caso de que no
cumplieran con el cometido de ser meros portavoces de la asamblea
(principio de revocabilidad). Esta es una buena muestra de los
principios anarquistas de la libre federación llevada a la práctica.
Añadiendo más niveles de delegación es posible alcanzar una actividad a
gran escala sin abandonar la libertad de trabajar en la línea que cada
individuo elija. Esta idea de "federalismo" volverá a ser ilustrada en
una sección posterior llamada "Acción y organización local".
Sigamos con más objeciones. ¿Una sociedad sin Estado no estaría indefensa ante ataques exteriores?
El hecho de vivir en una sociedad estatal no nos ha salvado del
imperialismo. De hecho, nuestro ejército y fuerza armadas son
utilizadas en nuestra contra como un ejército de ocupación. El Estado
no nos defiende. Nos utiliza como carne de cañón para defender a
nuestros dirigentes que, puestos a revelar la verdad, son nuestros
verdaderos enemigos.
Volviendo a la pregunta, una respuesta anarquista clásica es la de
armar al pueblo. Las milicias anarquistas españolas estuvieron cerca de
ganar la guerra civil a pesar de la escasez de armamento, de la
traición estalinista y de la intervención Alemania e Italia. El error
fue dejarse integrar en el ejército regular de la República. Una
población armada sería difícil de subyugar.
Pero sí, es cierto, nos podrían destruir. Creemos que nosotros
constituimos la verdadera "amenaza nuclear". Los dirigentes
norteamericanos probablemente nos exterminarían antes que permitirnos
vivir en libertad.
Contra la amenaza de destrucción nuestra mejor defensa es el movimiento
revolucionario en otros países. Dicho de otra manera, nuestra mejor
defensa contra la bomba atómica rusa es el movimiento de los
trabajadores polacos.
(NOTA de la tradutora: este análisis fue escrito antes de la caída de la URSS, por lo que ha quedado trasnochado)
En el caso del Estado, su mayor esperanza de no ser exterminados se
basa en que nosotros destruyamos nuestra propia "bomba" (La CND todavía
no se ha dado cuenta de que prohibir las armas "megadeath" significa
abolir el Estado).
Hay que tener en cuenta que la Revolución Rusa se salvó de una
intervención británica masiva gracias a una serie de motines y boicots
de los obreros británicos.
Podríamos garantizarnos un verdadero sistema de seguridad si nuestros
contactos internacionales evolucionaran hasta tal punto que los
trabajadores de cada "país enemigo" fueran capaces de impedir que sus
dirigentes nos atacaran.
Las páginas anteriores han sido una breve introducción al pensamiento
anarquista. Hay muchas más ideas y detalles en libros que tratan el
tema, pero básicamente se entiende el anarquismo viviéndolo, y
trabajando en proyectos comunes con otros anarquistas. Este es el tema
que trata la mayor parte de este libro: acción anarquista.
EL ANARQUISMO EN ACCIÓN
Si has leído este panfleto hasta aquí te habrás hecho ya una idea
razonable de lo que es una sociedad anarquista. El problema es cómo
llegar a ella.
Dentro del anarquismo hay muchas ideas diferentes pero todas ellas
están relacionadas. Hay sistemas completos de teoría política
anarquista denominados federalismo, mutualismo, individualismo,
sindicalismo, comunismo libertario, feminismo anarquista,
situacionismo, etc.
Los debates entre las distintas ramas del anarquismo se han sucedido
durante mucho tiempo y son demasiado complejos para exponerlos en un
panfleto introductorio.
Sin embargo, si pensamos en términos de lo que el anarquismo dice que
hay de hacerse ahora, resulta que hay muchos puntos en común entre
todas las ramas. Cada corriente enfatiza la importancia de la acción en
un área determinada de la vida.
Si empiezas a poner práctica las ideas expuestas en las siguientes
páginas, empezarás a crear tu propia versión de anarquismo. Al hacerlo
estará añadiendo un nuevo miembro a u movimiento que siempre necesita
nuevos miembros, especialmente gente que se cuestiona ideas y
reflexiona sobre ellas. ¡Discute tus ideas con tus amigos, lee más
sobre el anarquismo, habla con otros anarquistas!
Piensa de forma independiente. Es la única manera.
Organizarse en el trabajo
Tradicionalmente, los anarquistas siempre han pensado que el problema
fundamental es que el mundo está dividido en "esclavos asalariados" y
jefes. Si pudiéramos librarnos de los jefes y dirigir nuestras
industrias nosotros mismos, en beneficio de nuestras necesidades y no
de las suyas, mejoraríamos y transformaríamos claramente cada área de
nuestra vida.
Sin embargo, hay anarquistas que piensan que la clase obrera está tan
acostumbrada a estar esclavizada que habrá que buscar algún camino
alternativo a la revolución.
En cualquier caso, una anarquista siempre intentará que sus compañeros
cuando menos, se organicen en el trabajo. Intentamos difundir la idea
de que si nos unimos evitaremos que nos mangoneen. Lo mejor es hablar
con los compañeros de trabajo, que nos acepten y confíen en nosotros en
lugar de presionar a la gente con sermones. La mejor forma de aprender
la solidaridad es a través de la acción.
Los anarquistas deben ir a la huelga si ésta tiene lugar. Por lo
general, tarea más importante en estos casos suele ser tratar de
menguar el poder del sindicato mayoritario y propagar la acción directa
en lugar de delegar todo el poder en el sindicato oficial. el fin del
anarquismo es controlar nuestras propias vidas, no entregarlas al
"representante oficial" para que nos traicione. La acción directa, sin
intermediarios, es la forma más eficaz de ganar batallas laborales. La
unidad es la fuerza.
Para el anarquista, las huelgas encaminadas a conseguir pequeñas
reformas, las peleas entre distintos grupos de trabajadores, etc., no
son especialmente revolucionarias. Para nosotros, el fin principal de
estas acciones es que a raíz de ellas la gente empiece a aprender a
organizarse y gane confianza en la fuerza colectiva. Esta experiencia
podría ser útil a la hora de capacitar a los trabajadores para desafiar
con eficacia la estructura del poder industrial y edificar un control
de la producción por parte de los obreros.
Tenemos una larga historia de la que sacar provecho y muchas técnicas
útiles que han funcionado en otros sitios. Ideas como ir disminuyendo
progresivamente el ritmo de trabajo hasta que se equipare con lo
equivalente a nuestro salario. O "huelgas del buen trabajo", es decir,
hacer un buen trabajo sin reparar en el tiempo que cueste hacerlo
(aunque baje el ritmo de producción). Estas acciones sólo tienen
sentido si se realizan en grupo y con unidad. Son ejemplos de acción
directa. No les preguntamos a los jefes lo que hay que hacer, se lo
decimos nosotros. El método indirecto (el llamado democrático), por el
contrario, significa esperar cuatro años y señalar con una cruz el
nombre de un "candidato de izquierda", para que luego resulte que
pertenece a la misma logia masónica que le candidato de la oposición.
Esperamos que la auto-organización obrera vuelva (como en otros
momentos de la historia reciente) a alcanzar el punto de unidad en la
acción que le permita enfrentarse definitivamente al Estado. Si en la
próxima ocasión se dispone de la experiencia, organización, preparación
y conciencia adecuadas será posible destruir e Estado y a sus
dirigentes, y avanzar hacia una sociedad anarquista y un mundo
anarquista.
Hay varios análisis anarquistas que exponen cómo podría llegarse a esta
situación. Hay quienes apoyan la idea de construir sindicatos dirigidos
por las bases y no por la cúspide dirigente, como es lo habitual. Este
tipo de sindicalismo es una clara estrategia revolucionaria que ha
probado su eficacia en el pasado. El sindicato incluye a todos los
trabajadores de cualquier lugar con el fin de desarrollar la
auto-organización hasta el punto en que los obreros puedan tomar las
fábricas. Allá donde sea necesario, las huelgas pueden recibir el apoyo
de obreros de otros gremios o lugares que se solidaricen con ellos.
Finalmente, se habrán unido suficientes obreros para poner en marcha
una huelga general. El Estado quedará paralizado y uno podrá hacer nada
a menos que confíe en el ejército, que no se levantará contra sus
familiares. La huelga general será un levantamiento general, o
desembocará en uno. A partir de aquí se puede comenzar la construcción
de una Utopía real.
Algunos anarquistas rechazan aspectos de este plan. Desconfían del
alcance de los sindicatos, aunque sean sindicatos descentralizados. Les
preocupa la posible aparición de líderes profesionales. También existe
el peligro de perderse en la maraña de los pequeños logros cotidianos.
En cualquier caso, esta diferencia no nos impide trabajar juntos. Las
condiciones para crear sindicatos anarquistas a nivel mundial,
especialmente en algunos países donde el sindicalismo se ha
neutralizado completamente, no son muy alentadoras.
En estas circunstancias, lo mejor es promover lazos entre los
trabajadores que se enfrentan a los sindicatos mayoritarios que
monopolizan la información para mantener el poder. Debe promoverse toda
acción que ponga el control en manos de los trabajadores, como por
ejemplo los piquetes.
Sería de utilidad que los anarquistas que trabajen en la misma fábrica
se pusieran en contacto. Si no existen contactos, una conferencia sería
un buen punto de partida.
Cuestiones a nivel nacional
Campañas a gran escala.
Los anarquistas no suelen tener mucha influencia en campañas a gran
escala, en parte porque suelen están copados por cristianos, liberales,
diversos grupos de izquierda, etc. y a menudo las convierten en algo
tan descafeinado que ningún anarquista que se precie se acercaría a
semejante cuento.
De hecho, vemos el sistema de liderazgo de estos grupos como una parte
importante del sistema, cuya función es la de controlar el movimiento
de protesta y canalizarlo hacia niveles inocuos.
Un ejemplo práctico de este confusionismo fue el creado por la
organización "Amigos de la Tierra" al cuestionar la investigación
pública que se estaba llevando a cabo acerca de la planta de reciclaje
nuclear de Windscale. El resultado fue que un montón de energía y
dinero se malgastó en la discusión entre dos expertos rivales. El
gobierno creó la ilusión de que debía ser justo y razonable, y de que
tenía derecho a emitir su propio juicio. El veredicto, por supuesto, ya
se sabía de antemano, y se dio luz verde al proyecto. El "efecto real"
era el de confundir la protesta contra el programa de energía nuclear y
hacerla difusa.
Por otra parte, muchos anarquistas creen que es positivo involucrarse
en campañas como CND (Campaña por el Desarme Nuclear), la Liga
AntiFascista, el Frente de Liberación Animal, etc. El argumento es que,
gracias a esto, algunas personas podrían llegar a conocer el
anarquismo. Una presencia anarquista podría favorecer este proceso.
Además, las campañas que aportan temas esenciales a la atención pública
generan oportunidades de mostrar que los males particulares están
relacionados con represión general y la necesidad de una revolución. En
algunos casos es recomendable que haya una presencia anarquista en
estas organizaciones para evitar la manipulación por parte de ciertos
grupos políticos bastante nocivos. A veces es incluso posible
introducir formas de funcionamiento anarquistas.
Por ejemplo, un anarquista involucrado en un grupo anti-nuclear
intentará señalar la relación entre el armamento nuclear, la energía
nuclear, el militarismo, el Estado y la sociedad de clases.
Señalaríamos la futilidad de ir rogando contínuamente al Estado y
recomendaríamos a los obreros que construyen armamento que hagan algo
más útil en lugar de eso. Haríamos todo lo posible para que los
partidos parlamentarios de izquierda no se dedicaran a domesticar todos
los movimientos de protesta populares.
También hemos de intentar difundir más métodos organizativos
descentralizados y basados en grupos pequeños federados entre sí. Esto
tendría la ventaja de conseguir una mayor flexibilidad y de dar a cada
miembro mayor oportunidad de autodesarrollo, así como de impedir que se
generara un elite dirigente.
Pocos anarquistas afirmarían que movimientos como los antinucleares,
etc. sean revolucionarios; probablemente ni siquiera consigan el
desarme nuclear. Sin embargo, podemos esperar que gracias a ellos se
vaya despertando la conciencia pública y muchos se den cuenta de cómo
funciona esta sociedad realmente.
Relaciones interpersonales
Como hemos dicho anteriormente, el anarquismo conlleva una preocupación
por los derechos de individuo. No tiene sentido estar teorizando ni
programando actividades si finalmente no va a servir para mejorar la
vida de individuos como tú y yo.
A diferencia de los marxistas y otros pseudo-socialistas, creemos que
al menso debemos intentar poner en práctica nuestros principios en el
día a día. Si crees en la igualdad, trata a los demás como iguales
siempre que puedas. Puede que a un marxista le resulte más fácil que a
un anarquista olvidar el maltrato al que Marx sometía a sus criados y a
su mujer.
La forma en que nos tratamos unos a otros refleja la totalidad de la
sociedad. En una sociedad desequilibrada la gente se trata mal.
Por desgracia, los hippies estaban equivocados. No es cierto que "todo
esté en tu cabeza". Soluciones individuales como el ácido lisérgico y
la vida campestre resultan no ser soluciones en absoluto, sino
simplemente escapismo. Antes de la revolución no es posible decidir
irse a vivir como si fueras libre; esta sociedad no te lo permitirá.
Antes de la revolución es responsabilidad de cada cual creer, como si
fuéramos seres humanos razonables, en u mundo razonable. Es difícil,
pero no imposible, con la ayuda de tus amigos, evolucionar a un estado
más avanzado que el simple estado de dependencia en que esta sociedad
intenta mantenernos.
La familia autoritaria
Un mito común, tanto en el fascismo como en el antihumanismo cotidiano,
es la "santidad" de la familia y la "santa" institución de la
maternidad.
Muchas mujeres hoy en día luchan contra el papel que les han impuesto
de ser madres y nada más, y contra la dominación diaria de mujeres y
niños por parte de los hombres, que es en lo que consiste la familia.
La realidad de la vida familiar difiere bastante de la idea
sentimental. Malos tratos a mujeres, violaciones y abusos infantiles no
son sucesos accidentales ni aislados; son el resultado de un
condicionamiento dentro de la familia y por parte de los medios de
comunicación.
Hasta que no tengamos libertad e igualdad en nuestras vidas diarias, no tendremos libertad ni igualdad en absoluto.
No tienes más que mirar los patrones de "señor y esclavo" de cualquier
revista pornográfica para comprobar que la represión sexual lleva a la
dominación y a la sumisión. Si el poder es más importante que la
realización en tu vida sexual, también lo será en los demás aspectos de
tu vida.
Apoya el amor libre. Si no es libre, no es amor.
La derecha habla mucho sobre el tema sexual y lo que ellos llaman
"moralidad" y "pureza" sexual. Incluso la "pureza racial" es una idea
en gran medida relacionada con el sexo. Está basada en el temor a la
sexualidad de las "razas inferiores", temida por que amenaza su propio
poder y control sexual.
Los racistas preguntan: "¿Dejarías que tu hija se casara con uno de
ellos?" ¿Quién eres tú para decidir lo que "tu" hija deber hace con su
vida sexual?
Generalmente , los anarquistas nos están de acuerdo con el matrimonio
convencional. No aceptan que las relaciones sexuales se conviertan en
un negocio del estado o de la Iglesia. La verdadera seguridad emocional
tanto para los hijos como para los adultos no se encuentra tanto en una
unión artificialmente mantenida y legalmente vigente, como en una red
más extensa de relaciones que pueden tener un componente sexual o no.
Muchos anarquistas consideran que vivir en una comuna es una forma de
cambiar la sociedad, pero vivir en la misma casa que otros nueve
individuos no es la clave del futuro ideal. Lo importante es cambiar
nuestras actitudes: abrirse más, ser más generosos y menos competitivos
y temerosos de los demás.
La mayoría de los anarquistas se limita a ser un poco más sociable que
la mayor parte de la gente. Hacemos lo que podemos conscientes de que
la perfección es imposible en una sociedad represiva. No hay santos
anarquistas.
(NOTA de la traductora: Sí, San Buenaventura)
Cambiando el día a día
A menos que podamos ayudar a la gente, incluídos nosotros
mismos, a perder el miedo, la ansiedad y la inseguridad, no tiene mucho
sentido esperar que nos comportemos con sensatez y empecemos a
construir una sociedad libre y creativa. Las ideas autoritarias y el
odio irracional a chivos expiatorios como los negros o los homosexuales
son parte de la locura colectiva.
Afortunadamente, hay personal que ya está trabajando en aras de
conseguir una mayor salud mental, y los anarquistas deberían hacer todo
lo posible por apoyar estos movimientos.
De éstos, el ejemplo más claro es el movimiento de psicoterapia
radical. A grandes rasgos, los grupos de este movimiento intentan
rechazar la vieja idea del psiquiatra experto que resuelve los
problemas de sus pacientes, en favor de un método en que la gente se
autoayude. Por desgracia, son las clases medias neuróticas las que se
han beneficiado de esto. Las tarifas de estos grupos de encuentro son
demasiado altas para gente como nosotros, y grupos de encuentro
centrados en los problemas organizativos de la industria no son la
mejor vía para edificar una sociedad nueva.
Existen grupos de terapia de auto-ayuda, sin embargo, que prometen, y
podrían servir. Los de mayor éxito parecen ser aquellos con un tipo
específico de miembros, tales como depresivos, grupos de mujeres, etc.
La gente no tiene porqué ajustarse a situaciones imposibles y deben
aprender a autoafirmarse y a expresarse por sí mismos.
Gran parte del caos psicológico que sufren los seres humanos tiene
mucho que ver con las relaciones injustas entre ambos sexos; los
anarquistas esperan mucho del movimiento de liberación de la mujer. Y
no es que todas las feministas sean revolucionarias. La Organización
Nacional de las Mujeres, por ejemplo, estaba emocionada ante la
perspectiva de que las mujeres tuvieran por fin acceso a los espacios
de control de misiles nucleares. Sin embargo, hay una gran corriente
anarquista dentro del movimiento feminista, que enfatiza la asamblea,
la auto-ayuda y la importancia de que las mujeres acepten y comprendan
sus sentimientos hacia los demás. Desafiar la dominación masculina
debería conducirnos a desafiar todo tipo de dominación.
El movimiento de liberación de la mujer también ilustra otra evolución
prometedora: la tendencia a organizarse en grupos pequeños y
colectivos. Si trabajan bien pueden ser de gran ayuda y crear
autoestima e los individuos que lo forman. Otros movimientos, como el
movimiento gay, asociaciones de demandantes, squatters, grupos de
auto-ayuda sanitaria, etc. son positivos por la misma razón. Esta forma
de organizarse tiende al desarrollo de la salud mental.
Todo lo que anime a la gente a adquirir responsabilidades y a examinar
sus relaciones con el resto del mundo debe apoyarse. Finalmente,
esperamos que las actitudes cambiarán lo suficiente para permitir a la
gente que vuelva a tomar las riendas de su propia vida.
Acción y organización local
La acción directa puede
utilizarse para cambiar las condiciones de casas, calles, colegios,
hospitales y otras instalaciones. Las reformas, en sí mismas, no
representan una gran contribución ala construcción de la sociedad
anarquista, pero es importante que la gente se conciencie de la
importancia del potencial de la acción directa. Estas acciones pueden
llegar a promover sentimientos de espíritu colectivo y de
auto-organización. Despiertan la conciencia política. Si salen mal,
pueden llevar a la desesperación y a una desilusión total respecto a la
raza humana. Estos sentimientos pueden conducirte al suicidio político.
Hay ejemplares de estos desencantados en los mítines de los partidos
mayoritarios.
¿De qué tipo de acciones estamos hablando? Si te hace falta un
vivienda, ocupa una. Así desafías a las autoridades y a la propiedad
privada. La ocupación demuestra con eficacia el sinsentido de que
existan casas vacías a la vez que hay gente sin hogar. Por desgracia,
el prejuicio popular impide que la ocupación obtenga el apoyo
generalizado necesario para un cambio real.
La vida comunitaria de la calle puede mejorarse mediante festivales,
teatros callejeros, etc. Por supuesto, a menos que seas el tipo de
anarquista que tiene contactos por las alturas, este tipo de acción
puede tener sus inconvenientes.
Los anarquistas han participado y a menudo han soñado también todo tipo
de esquemas de auto-ayuda, incluyendo un mejor aprovechamiento de la
tierra, esquemas rotativos de trabajo, esquemas de colectivización de
los productos... Estos esquemas son una muestra de independencia y de
la viabilidad de formas alternativas de intercambio económico.
Desconfiad de los liberados que intentan profesionalizar la idea y
destruir sus beneficios reales haciéndola parte del sistema.
Otra área principal de la actividad anarquista es la de involucrarse en
campañas locales. Estas pueden resultar útiles a la hora de desarrollar
la conciencia publica y su capacidad organizativa, y pueden tener la
virtud de invitar a la gente a pensar sobre cuestiones políticas. Una
campaña contra el cierre de un hospital local, por ejemplo, hace surgir
cuestiones como quién controla los hospitales y para quien es el
beneficio. Por desgracia, la gente a menudo se deja confundir por sus
ilusiones de "democracia" y política parlamentaria, y acaban
desvinculándose de la campaña o engañados por las promesas. Esto puede
llevar a la desilusión y a la apatía. el papel del anarquista es
intentar asegurarse de que el resultado de una acción es el rechazo a
las autoridades y la promoción de la acción directa.
Es difícil encontrar el equilibrio entre involucrarse para conseguir
reformas inmediatas ( así promover una creencia falsa en el Estado como
fuerza benevolente) y examinar las implicaciones a largo plazo de tus
acciones. Si dejas que tus sentimientos de desmanden acabarás creyendo
en el reformismo, desesperado por arrancar la corrupción de la
sociedad. Esto es comprensible, pero es contraproducente a la hora de
arrancarla de raíz.
Hacer mejoras en el sistema significa reforzarlo, y a la larga, aumentar la miseria humana.
Cuando las condiciones locales se vuelven insostenibles, se generan
tumultos. Los tumultos esporádicos, nacidos de la frustración y no de
la organización, no son particularmente revolucionarios. Si hubieran
estado organizados, habría sido una insurrección, que es otra cosa.
Entonces, ¿cómo se organizan los anarquistas?
Los individuos se unen a grupos anarquistas para coordinar sus acciones
con otros, no para que les digan lo que tienen que hacer. El grupo al
completo discute una acción particular, pero sólo aquellos que estén a
favor la llevarán a cabo. Esto contrasta por completo con los grupos
trostkistas en los que el individuo tiene que aceptar la línea de su
partido.
La discusión en un tema importante, o en una acción común, simplemente
significa la aparición probable de un nuevo colectivo. En cada país
existen federaciones de colectivos libertarios, que de esta forma
permanecen coordinados (por supuesto, de forma no-autoritaria).
Este modelo de organización ya se ha generalizado en otras corrientes
de la actividad política, como por ejemplo, en grupos de mujeres y en
algunas asociaciones de vecinos. Si el anarquismo crece, esperamos que
aumente esta forma de organización.
Grupos de personas en una calle o en un lugar de trabajo pueden
organizarse así para tomar decisiones que les incumben. Pueden mandar
delegados a encuentros a mayor escala, pero siempre instruyéndoles en
lo que tienen que decir, haciendo el cargo rotatorio y revocándolos si
alguno intentaba autoinstituirse en líder. ¿Una idea utópica? Ya
funciona en muchos grupos, a pequeña escala. ¿Qué es lo que parece tan
difícil? Todo lo que necesitamos es una revolución total en la
conciencia cotidiana. De esta forma, un sistema anti-autoritario de
organizar todos los aspectos de nuestra vida desde la cuna a la tumba
podría surgir. Sería un tipo federalista de sociedad anarquista.
El anarquismo encuentra vital educar a la gente para una nueva
sociedad. Algunos incluso dirían que es todo lo que razonablemente
podemos hacer. Intentar hacerla revolución con una minoría muy pequeña
no tiene sentido, e incluso con las mejores intenciones sólo podría
conducir a una nueva esclavitud. Una verdadera revolución sólo puede
hacerse si una gran mayoría la quiere y participa activamente en la
creación de un mundo nuevo. Por supuesto, tendríamos muchas más
oportunidades si la ente se hubiera organizado previamente, y hubiera
reflexionado sobre los consiguientes problemas y cuestiones. Lo cual
significa que una de nuestras prioridades es la difusión de nuestras
ideas.
Sin embargo, es mejor evitar presionar a la gente con sermones. No
queremos meros seguidores. Otro peligro incluso peor es que hagamos de
nuestras vidas un dogma. Finalmente, no queremos predicar, sino hablar con la gente.
Este último punto es importante. Probablemente, el síntoma más claro de
la degeneración de la sociedad moderna es que la comunicación cada vez
se hace más impersonal, más estandarizada y más subjetiva. La
comunicación se ha convertido en un artículo adquirible, "sonidos" que
se compran en cintas de plástico. Todos los medios de comunicación
modernos tienen 2 cosas en común: tienes que pagar por ellos y no hay
forma de participar en ellos, o miras, o escuchas, no se te pide nada
más.
Nuestra creencia en la libertad nos lleva a exigir libertad de
expresión y libertad de prensa. Esto podrá sonar raro, como si se
tratara de una manifestación de los liberales del s. XIX. Ahora los
liberales parecen bastante satisfechos de haber conseguido estas
preciadas libertades.
Lo que quieren decir es que ellos tienen esas libertades, los comunes mortales, y menos los "extremistas
peligrosos" como nosotros, no las tenemos. Podemos decir (casi) todo lo
que queramos, pero no en horas de máxima audiencia; podemos escribir lo
que queramos, pero ¿se publicará en la prensa oficial? A menos que
tengamos una verdadera oportunidad de que nos escuchen, la libertad de
expresión poco significa, y no les preocupa concedérnosla.
Hay quien dice que el golpe de estado de Tejero fracasó porque los
guardias civiles tenían un concepto trasnochado del poder político y,
por consiguiente, tomaron el parlamento. Para la próxima vez ya lo
saben: lo que hay que tomar son las emisoras de radio.
Los periodistas, los impresores, los escritores, técnicos y actores
quizá deban jugar un papel muy importante en la lucha por una nueva
sociedad. Está en sus manos decir la verdad. Deberían estar tan
avergonzados de la bazofia que, obedientemente, siguen produciendo, que
a estas alturas ya tendrían que haber dimitido. Es urgente que la
industria de la comunicación se ponga al servicio de la agitación
política, y que los trabajadores controlen los contenidos de la emisión.
Debido a que los medios de comunicación están tan controlados por una
oligarquía que sabe muy bien de la importancia de su poder, hay pocas
probabilidades d que podamos difundir nuestras ideas a través de los
medios establecidos. Necesitamos encontrar alguna otra forma de
difundir nuestras ideas hasta que llegue el momento de que podamos
apoderarnos de los medios de comunicación.
Nos han empujado a los límites de lo social. Nos vemos obligados a
crear nuestros propios medios para expresarnos. Naturalmente, todo ello
a pequeña escala, por eso alcanzamos a un grupo reducido de gente con
cada panfleto, revista, etc. Esperamos que cada pequeña acción se vaya
sumando. Después de todo, mil panfletos no son un desperdicio si logran
convencer a un sólo nuevo anarquista.
Difundir la idea es importante, se ha intentado en muchas ocasiones y
de muchas formas distintas. He aquí varios métodos utilizados por los
anarquistas para comunicar sus ideas:
La palabra impresa
El movimiento anarquista ha producido una gran cantidad de artículos,
revistas, periódicos, libros y panfletos a lo largo de su historia,
algunos con una tirada excepcional. Muchos fueron leídos sólo por unos
pocos y han caído en el olvido para siempre.
El esfuerzo ha sido una pérdida de tiempo. Cada vez necesitamos
material anarquista en mayor cantidad y mejor escrito. Aquellos que
están receptivos deben poder tener posibilidades de información a su
alcance.
Las octavillas, a menudo pasadas rápidamente a multicopista para una
acción concreta, son la posibilidad más barata y la más sencilla. El
estilo debe ser sencillo y directo. Ilustraciones, incluídas las
fotografías pueden hacerse a cliché con un coste ligeramente superior.
Los panfletos baratos sobre temas concretos siempre pueden tenerse a
mano cuando surja una conversación sobre el tema. Este, por ejemplo,
esta diseñado para todos aquellos que insisten en las típicas preguntas
sobre la viabilidad de la sociedad anarquista como "¿y qué pasaría con
los asesinos?"
Las revistas y periódicos pueden ser de dos tipos: aquellos dirigidos o
de interés sólo para los anarquistas, y aquellos que apuntan a una
multitud no comprometida. Parece que ha muchas publicaciones para
anarquistas convencidos, pero muy pocas con el fin de agitar a las
conciencias dormidas. Hay unas cuantas publicaciones anarquistas de
gran calidad: además, muchos anarquistas trabajan en publicaciones
locales sobre temas que conciernen a la comunidad.
La publicación de libros y su distribución son también una parte
importante del movimiento. Puedes encargar libros anarquistas en tu
biblioteca local. También quedan muchos libros por escribir.
Necesitamos más trabajos sobre teoría anarquista, más análisis de la
sociedad actual y de las estrategias adecuadas, para variar. La ficción
o la poesía también entran en la esfera de acción. Escribir un libro no
es algo tan imposible como parece al principio. Muchos escritores son
perfectos idiotas, de hecho.
Teatro callejero.
Este medio de comunicación no ha sido lo suficientemente explotado por
los anarquistas. Escribir y ensayar obras puede llevar ala formación de
un colectivo. El procedimiento legal es solicitar un "permiso de
planificación" (Aseguraos de poneros un nombre inofensivo). Por otra
parte, el "Ejército de Santa Claus" que invadía los departamentos de
juguetes en los grandes almacenes de Amsterdam y repartía juguetes a
los niños también estaban haciendo teatro callejero, aunque de una
forma menos legal. Algún tipo de actuación semi-teatral que lleve a la
gente a reflexionar es una buena alternativa a las manifas de siempre.
Encuentros públicos
Hubo una época en que los encuentros anarquistas llamaban a 30 o 40mil
personas. Los encuentros públicos han declinado a favor de los
entretenimientos de masas. Cincuenta personas es un buen número hoy
día. Elegid un tema, seleccionad portavoces, alquilad un local y haced
publicidad. Puede suponer mucho esfuerzo pero a veces aparecen nuevos
miembros o al menos suscita interés. La gente os tomará más en serio.
Medios de comunicación alternativos
Este título tan vago quiere cubrir medios de comunicación heterodoxos
desde las chapas y las pintadas a spray hasta los vídeos. Pequeños
mensajes dirigidos a la difusión pueden escribirse en puertas de
wáteres o escribirse a spray en las paredes de la autopista. El vídeo
no es muy caro, ni es muy difícil conseguir cámaras alquiladas. También
cabe la posibilidad de las emisoras de radio piratas, y no hay porqué
prescindir de la danza o el mimo u otras ideas para transmitir un
mensaje. Usa tu imaginación.
Aunque estamos excluídos del mercado de medios de comunicación para las masas, hay otras formas de transmitir nuestras ideas.
Finalmente, la forma en que una idea se comunica es casi tan importante
como la idea en sí. Si permite o promueve la participación de la gente
para que ésta deje de ser una simple audiencia y pueda expresarse por
sí misma, es un desafío directo al sistema de poder que necesita
mantenernos dóciles.
Música
La música rebelde o revolucionaria tiene una historia mucho más antigua
que la que los modernos jóvenes de hoy o los caducos hippies de ayer
puedan imaginar. Créase o no, muchas óperas giran en torno a temas
revolucionarios. En el s. XVIII, en la década de los 30, la posesión de
un instrumento musical en Inglaterra estaba prohibida para los
estamentos sociales más bajos, ya que los músicos errantes eran
verdaderos agitadores del descontento social.
Muchos anarquistas eligen la música como medio de comunicación con la
gente. Es una forma de actividad útil para los anarquistas, y además es
divertida. Por desgracia, mucha de la actual música anarquista, ni es
anarquista ni es música, pero hay alguna buena, y alguna incluso muy
buena. Cuestión de gustos.
La música tiene la fuerza de apelar a las emociones directamente. Es
posible comunicarse de una forma más básica. También se puede utilizar
para hipnotizar y manipular a la gente, cosa que espero que evitemos
hacer.
Por tanto, lo que necesitamos hacer es que la música llegue a la gente,
animarles a intentarlo y a sacar a relucir su creatividad. Las
posibilidades de la grabación casera son muy interesantes.
Necesitamos crear una música alternativa que desafíe a la industria
musical Que aúllen cuando se enteren de que sus cintas se están
grabando ilegalmente. Les hemos puesto las cosas fáciles demasiado
tiempo.
El arte
Los cuadros expuestos en las pinacotecas han sido descritos como arte
de museo; eso quiere decir que son objetos para ser admirados,
comprados y vendidos. Separan el arte de la vida y de la gente. El arte
como un artículo en venta es lo mejor que este sistema puede ofrecer.
El arte como actividad no podría ni entenderse ni permitirse.
Hay una necesidad imperiosa de que la gente corriente libere sus
capacidades creativas. Al menos esto se puede intentar poner en
práctica cuando hablamos con la gente. Se pueden encontrar formas de
trabajar para el movimiento y divertirse al mismo tiempo. A través de
la creatividad podemos llegar a partes ocultas de la gente que otras
ideas no alcanzarían.
Difundir la idea, es decir, hacer "propaganda", ha de ser uno de los
objetivos primordiales de la estrategia anarquista. Por encima de todo,
una revolución anarquista requiere que la gente sepa lo que hace y
porqué lo hace. Nadie puede ser obligado a ser libre: o se elige y se
toma, o no es verdadera libertad. Nuestra labor es más dura que la de
los testigos de Jehová que van de puerta en puerta. No basta con que
digamos a la gente lo que tiene que pensar: o piensan por sí mismos, o
no son verdaderos anarquistas.
La escuela y la educación
Aunque desconfiamos en principio de la institución escolar, los
anarquistas tiene gran fe en el poder de la educación. Una de las
mayores fuentes de esperanza para u mundo mejor es que la próxima
generación, con la ayuda necesaria, crezca menos neurótica que la
anterior. Algunos dicen incluso que educar a los niños para la libertad
es la única esperanza real de crear una sociedad anarquista.
Las escuelas se ocupan principalmente de seleccionar y dividir a los
niños en niveles para su futuro papel en una sociedad jerarquizada, y
asegurarse de que internalizan la competitividad, la jerarquía y el
respeto a la autoridad. Este sistema exige que la mayoría de los niños,
y de los adultos, se sientan inferiores. Los anarquistas pensamos que
las pruebas académicas son una medida insignificante respecto al
potencial de una persona para jugar un papel importante en la sociedad.
El culto al experto profesional está diseñado para destruir nuestra
auto-estima en nuestras posibilidades y en nuestra capacidad de juicio.
Los anarquistas nos oponemos al castigo corporal y a todas las formas
de obligación en la educación. La asistencia a clase debería ser
voluntaria. La obligatoriedad destruye el entusiasmo natural por saber
y comprender. La verdadera educación es lo contrario a la escuela
obligatoria, donde se aprende principalmente a temer y respetar la
autoridad. Necesitamos, en cambio, que nuestros hijos desarrollen una
capacidad crítica para entender el mundo, para ver los cambios que es
necesario hacer para crear un lugar mejor para todos, y ser capaces de
llevar a cabo estos cambios.
Los anarquistas nos oponemos al adoctrinamiento religioso en los
colegios. El miedo y la superstición no tienen lugar en una educación
ética. La educación religiosa debería abolirse y sustitiurse por una
clase enfocada a discutir cuestiones morales y filosóficas basadas en
la preocupación y el respeto a los demás.
Es una locura pensar que la educación actual sólo consiste en pasar 1
años o más de nuestras vidas en colegios que nada tienen que ver con el
mundo exterior. Sería mucho más saludable para nuestra educación que
ésta integrara aspectos del trabajo cotidiano y la vida social. Así,
las habilidades de cada uno podrían ser reconocidas por la sociedad y
utilizadas para la educación de otros. Necesitamos destruir las líneas
divisorias entre trabajo, juego y educación. La educación debería estar
disponible en cualquier momento de nuestras vidas, en lugar de estar
confinada arbitrariamente a esa parte de la vida que pasamos en la
escuela. Todos somos alumnos y profesores potenciales, todos tenemos
habilidades que desarrollar y que enseñar durante toda nuestra vida.
Los anarquistas estamos generalmente de acuerdo en que la completa
liberación de la educación depende de la creación de una sociedad
anarquista. Sin embargo, esto no ha sido impedimento para intentar
crear entornos más libres donde los niños puedan crecer y aprender,
aquí y ahora. Algunos anarquistas han educado a sus hijos en casa.
Otros los han educado conjuntamente con otros padres e hijos. Han
trabajado juntos en lugar de permanecer en núcleos familiares aislados.
En las últimas 3 décadas varias escuelas libres se han establecido
basándose en principios libertarios, y han desempeñado un servicio muy
valioso demostrando de forma práctica que hay alternativas posibles.
Sin embargo, han tenido que enfrentarse a constantes problemas
económicos y a todos los otros problemas que supone vivir en una
sociedad como la nuestra intentando crear una sociedad libre.
Algunos anarquistas y otros que comparten sus puntos de vista sobre la
educación han llegado a la conclusión de que en un futuro predecible,
la mayoría de los niños asistirán a escuelas estatales y, por tanto,
han intentado cambiar estas escuelas desde dentro, así como a los
padres y profesores.
Aunque hacia los años 60 la institución escolar había aceptado los
métodos libertarios en la escuela británica de A. S. Neill's
Summerhill, se trataba de una escuela privada a la que sólo tenían
acceso niños de padres ricos, que se horrorizaron al ver que métodos
similares se estaban adoptando en escuelas públicas para niños de clase
obrera. Los intentos más fructíferos se dieron en la Risinghill School
y en William Tyndale School de Londres, pero fueron abortados por la
autoridad educativa local y los profesores fueron expulsados.
La lección a extraer para aquellos que vuelvan a intentarlo en el
futuro es que es esencial romper el aislamiento al que se somete alas
escuelas respecto a la comunidad, para que los padres entiendan y
apoyen activamente la implantación de la pedagogía libertaria en los
colegios
Conclusión
Para una consideración más detallada de la teoría anarquista, hemos
incluído una bibliografía, hemos hecho listas de áreas de actividades y
subrayado la corriente anarquista. No hemos intentado indicar que tipo
de actividad conducirá más probablemente a un futuro antiautoritario.
Este tipo de juicio requiere una consideración más detallada de la
naturaleza de la sociedad en cuestión y de una estrategia
revolucionaria. Esperamos que tú sacarás tus propias conclusiones. Los
anarquistas siempre crean su propia opinión.
Si estás interesado, lee más, habla con los anarquistas de tu localidad, reflexiona sobre las ideas. Hay mucho que hacer.
¿Se te ocurre alguna buena excusa para no ser anarquista? Bueno, pues entonces, ¡adelante!
Further Reading
Introductions To Anarchism
ABC OF ANARCHISM, Alexander Berkman, Freedom Press, L2.00
ANARCHISM AND ANARCHIST-COMMUNISM, Peter Kropotkin, Freedom Press, L 1.25
ANAKCHIST READER, THE, George Woodcock, Fontana, L2.95
ANARCHY, Malatesta, Freedom Press, Ll.00
ANARCHY IN ACTION, Colin Ward, Freedom Press, L2.50
FLOODGATES OF ANARCHY, Stuart Christie and Albert Meltzer, Kahn & Averill, L3.25
Classics Of Anarchism
Bakunin:
CRITIQUE OF STATE SOCIALISM, A, B Books, L1.50 (comic strip version)
GOD AND THE STATE, B Books, 80p
PARIS COMMUNE AND THE IDEA OF THE STATE, THE, B Books, 30p
Godwin:
ANARCHIST WRITINGS OF WILLIAM GODWIN, Freedom Press, L3.50
ENQUIRY CONCERNING POLITICAL JUSTICE, AN, Penguin
Kropotkin:
CONQUEST OF BREAD, THE, Elephant Editions, L3.60
FIELDS, FACTORIES AND WORKSHOPS TOMORROW, Freedom Press, L3.50
GREAT FRENCH REVOLUTION, THE, VOLS I & 2, Elephant Editions, each L3.95
MUTUAL AID, Freedom Press, L3.50
STATE, THE, Freedom Press, Ll .75
See also books by Proudhon, Malatesta, Goldman and Berkman
Anarchist `-isms'
Anarcha-feminism:
QUIET RUMOURS, various authors, Dark Star/Rebel Press, Ll.80
UNTYING THE KNOT, Freeman and Levine, Dark Star/Rebel Press, 60p
WOMEN IN THE SPANISH REVOLUTION, Solidarity, 60p
Anarcho-syndicalism:
ANARCHO-SYNDICALISM, Rudolf Rocker, Phoenix Press, L2.50
Anti-militarism/self-defence:
PROTEST WITHOUT ILLUSIONS, Vernon Richards, Freedom Press, L2.50
STRANGE VICTORIES, Elephant Editions, L 1.95
TOWARDS A CITIZENS' MILITIA, Cienfuegos Press, L 1.50
Federalism:
KROPOTKIN'S FEDERALIST IDEAS, B Books, 25p
Individualism:
EGO AND ITS OWN, THE, Max Stirner, Rebel Press, L4.50
Mutualism:
See the writings of P-J Proud hon
Situationism:
AND YET IT MOVES, Boy Igor, Zamisdat, L3.00 (critique of science)
BOOK OF PLEASURES, Raoul Vaneigem, Pending Press, L4.95
ON THE POVERTY OF STUDENT LIFE, Rebel Press, 75p
PARIS: MAY `68, Dark Star/Rebel Press, L1.50
REVOLUTION OF EVERYDAY LIFE, Raoul Vaneigem, to be reprinted in 1988
SOCIETY OF THE SPECTACLE, THE, Guy Debord, L3.50
See also the SpectacularTimes pocketbooks (six titles in print priced 50p to L1.00)
Anarchist Issues
Animal Liberation:
AGAINST ALL ODDS, Arc Print, L 1.95
KILL OR CURE?, Arc Print, L2.25
UP AGAINST THE LAW, Arc Print, L 1.50
Ecology:
POST-SCARCITY ANARCHISM, Murray Bookchin
EARTH FIRST READER, THE, ed. Dave Foreman
Education:
LIB ED, quarterly magazine, 50p
RAVEN, THE, VOL 2, L2.50 (article on Walden School)
SUMMERHILL, AS Neill, Pelican, L4.95
Housing:
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IDEAL HOME, Hooligan Press, L2.40
SQUATTING IN WEST BERLIN, Hooligan Press, L2.00
Abuses of the Media:
MANUFACTURING CONSENT, Noam Chomsky
`Illegal' actions:
RADIO IS MY BOMB, Hooligan Press, L2.40 (DIY guide to pirate radio)
WITHOUT A TRACE, L2.00 (about `getting away with it')
ECODEFENSE (a field guide to monkeywrenching), ed. Dave Foreman
Riots/insurrection:
FROM RIOTS TO INSURRECTION, Alfredo M Bonnano, Elephant Editions, L 1.00
LIKE A SUMMER WITH A THOUSAND JULYS, BM Blob, Ll.50
Anarchist History
Britain:
SLOW BURNING FUSE, THE, John Quail
Russian Revolution:
GUILLOTINE AT WORK, Maximoff, Cienfuegos Press, L6.00
INTRO TO MY DISILLUSIONMENT IN RUSSIA, Emma Goldman, Phoenix Press, 20p
RUSSIAN TRAGEDY, THE, Alexander Berkman, Phoenix Press, L2.50
Spanish Revolution:
BARCELONA MAY DAYS 1937, various authors, Freedom Press, L2.50
COLLECTIVES IN THE SPANISH REVOLUTION, Gaston Leval, Freedom Press, L6.00
LESSONS OF THE SPANISH REVOLUTION, Vernon Richards, Freedom Press, L2.95
Revolutionaries/Rebels:
ANARCHISM AND VIOLENCE, Osvaldo Bayer, Elephant Editions (about Severino de Giovanni)
ANGRY BRIGADE 1967484, THE, Elephant Editions,Ll.20
BONNOT GANG, THE, Richard Parry, Rebel Press, L4.95
BLACK FLAG, THE, Jackson, RKP, L3.00 (h/b)(about Sacco and Vanzetti)
HAYMARKET SPEECHES, THE, Voltairine de Cleyre, Cienfuegos Press, L2.40 (as above)
MALATESTA: HIS LIFE AND IDEAS, Vernon Richards, Freedom Press, L3.00
RED VIRGIN, THE, University of Alabama Press, L6.00 (memoirs of Louise Michel)
SABATE: GUERILLA EXTRAORDINARY, Tellez, Elephant Editions, L2.95
Anarchist Fiction
FREE, THE, M Gilliland, Hooligan Press, L 1.80
FROM BENEATH THE KEYBOARD, Hooligan Press, L2.00 (short stories/poetry)
MONKEY WRENCH GANG, THE, Edward Abbey
HAYDUKE LIVES, Edward Abbey
See also writings of the mysterious B Traven (author of THE TREASURE OF THE SIERRA MADRE)
Anarchist Fiction: Sci-Fi
DISPOSSESSED, THE, Ursula K leGuin, Granada
LaNAGUE CHRONICLES, THE, F. Paul Wilson
UNGOVERNED, THE, (appears in _True Names and Other Dangers_), Vernor Vinge
CONQUEST BY DEFAULT, (appears in _Threats and Other Promises_), Vernor Vinge
ILLUMINATUS TRILOGY, THE, Robert Shea and Robert Anton Wilson, Sphere, L2.95
See also other libertarian influenced SF writers, e.g. Michael Moorcock, Doris Lessing, Marge Piercy, Kate Wilhelm,
The books listed are available from alternative bookshops. Most can
also be obtained from A Distribution, 84b Whitechapel High Street,
London E1 7QX or from Housmans, 5 Caledonian Road, London N1 9DX.